Con la intención que comenzamos este año de no perdernos
ninguna prueba emblemática de
mountain bike he
viajado a tierras cántabras para participar y dar testimonio gráfico de los
10.000 del Soplao. También se unió a esta aventura Alfonso que se desplazó a
Cabezón de la Sal en su base de operaciones móviles.


Despedidas y deseos de suerte de los familiares mezclado con
bromas y ánimos entre los participantes hasta que retumban los cohetes y
comienza a sonar AC/DC. El pelotón del soplao comienza moverse lentamente y
poco a poco vamos acercándonos a la línea de salida. En poco más de 11 minutos
estamos pasando bajo el arco, el pueblo está lleno de gente que saluda, la
emoción está por las nubes.
El tiempo en la salida es bastante agradable dadas las
circunstancias y no parece presagiar lo que nos encontraríamos poco después.
Los primeros puertos se van sucediendo mientras pedaleamos por pistas rápidas,
la llovizna ha dejado el terreno embarrado pero es un barro fino que no lastra
demasiado. Y así se suceden tramos de carretera y caminos hasta llegar al
primer avituallamiento en Caviedes. Pasamos de largo para intentar avanzar un
poco más en los primeros kilómetros, pero hemos salido tan atrás que el atasco
no termina nunca y hay pocos huecos para rodar a tu ritmo.
Sobre el kilómetro 26 llega la subida a Lastras, es aquí
donde encontramos carteles de “Comienza el infiernu”, un poco más arriba “El
infiernu cántabro” pero desde antes de empezar las terribles rampas hay que
echar pie a tierra por la aglomeración de gente que hay.
El barro en este punto
hubiese hecho imposible subir los primeros tramos. Aún así, una vez suavizada
la cuesta, aún hay gente que se anima a pedalear unos metros, para lo que la
gente se aparta dejando un pasillo central. Una vez arriba de Las Lastras los
gemelos van a explotar, que hubiesen avisado que esto era una combinada de
montaña y hubiésemos entrenado el empujabike, pero es que uno está acostumbrado
a dar pedales sobre la bici, no a arrastrarla sobre barro y pendientes
inhumanas.
Una vez coronado el Soplao las sensaciones son buenas, pero
el tiempo se va poniendo cada vez peor. A ratos el barro te salpica en la cara,
a veces jarrea dejándote empapado pero limpiándote el barro, a veces viene aire
frío y hay que subirse la cremallera, a veces para las pendientes se inclinan tanto que
parece que han puesto la calefacción. Una locura.
Subiendo el monte Aa se empiezan a notar los kilómetros
recorridos y la cabeza empieza a hacer sus cálculos. Que si todavía quedan más de
cien kilómetros, que si sólo llevamos 1000m. de ascensión y quedan 3000m. Así
que cerramos un poco el grifo y tanto este monte como la subida a El Moral la
hacemos con calma, conservando las fuerzas dentro de lo posible puesto que
rampas del 23% y bajadas del mismo tipo van haciendo desgaste en piernas y
brazos.
Llegamos al pico de El Moral en unas 6 horas, lo que nos
hace calcular que alcanzaremos la meta en unas 12-13. Eso nos da ánimos, porque
aunque lejos de ser un record, nos vemos bien de fuerzas y tenemos garantías
para subir a Fuentes y volver de nuevo por El Moral.

A los 5 minutos de comenzar el regreso a El Moral, Alfonso me
indica que su cambio no funciona, se ha quedado atascado en el piñón pequeño.
Podríamos intentar repararlo, pero preferimos la opción de volver por carretera
hasta Cabezón que es casi todo cuesta abajo. Por el camino, desahogamos
nuestras penas rodando con un grupo a casi 40km/h. hasta llegar a la meta habiendo acumulado 100km. y 2343m. de ascensión.
Las sensaciones se mezclan, por un lado teníamos la
confianza de que podríamos haber terminado de día nuestro primer soplao. Por
otro, esa sensación de habernos quedado a medias, nos escuece y sólo nos consuela
pensar que el año que viene lo haremos con garantías y con la experiencia
acumulada de este año.
Muchas gracias a todos los que nos habéis animado y los que
nos habéis acompañado en esta prueba. Aquí tenéis el testimonio gráfico para que
os hagáis una idea de las condiciones climatológicas.
Con un par si señores, asi me gustan a mi los tios que no les de miedo, ni el frio, ni el barro, ni el aguanieve, solo se deciden a clausurar la prueba cuando la organizacion se lo indica, mi felicitacion a los dos por esos momentos que habeis vivido y envidia sana por no haber estado alli para daros aliento y animos, un fuerte abrazo campeones.
ResponderEliminarLa Madre q lo Parió!!!! Nuda historia más buena, lastima que el tiempo lo fastidiara. Sois mis HEROES. Un abrazo muy prieto.
ResponderEliminarQué lástimaaaa, porque arriba en el Moral por primera vez tenía la sensación de que la acabábamos sin problemas.
ResponderEliminarLa verdad es que ha sido una buena experiencia, y sobre todo perderle el miedo (que no el respeto) al Soplao. Íbamos muy bien de fuerzas y ánimos, gracias a ser prudentes y reservones en todos los km que hicimos.
Ya tenemos excusa para ir el año que viene XD
¡¡ Ni el mejor literato lo hubiese descrito mejor !! Que lástima que os hiciera tan mal tiempo.De todas formas como dice El Juli tenéis un par de cojones.¡Que envidia! como me gustaría vivir una de esas a mi.Enhorabuena chicos !!
ResponderEliminarAndresin ponle un limpia a la camara,por lo demas sois unas maquinas y un estimulo para los demas,panda de viejos,lisiados y demas cascarravias que no nos atrevemos ni a miraros en el video.Quizas algun dia alguno se atreva a inscrivirse,aunque luego no vaya.bravo muchachos.JAVI.
ResponderEliminar